Todos conocemos la fitoterapia como aquella ciencia que hace uso de productos de origen vegetal para la prevención y tratamiento de diferentes enfermedades o patologías. Su nombre viene del griego -Phytós y therapia- y como materia prima están las tradicionales plantas medicinales que desde por lo menos 40.000 años antes de Cristo han sido utilizadas como herramientas curativas. Según la OMS, las plantas medicinales son aquellas que tienen en uno o más de sus órganos sustancias o moléculas que puedan ser utilizadas con fines terapéuticos (fitoterapia veterinaria).
Ancestralmente no solo los humanos consumimos plantas medicinales para tratar de aliviar dolencias sino también los animales se curaban mediante la búsqueda de determinadas especies vegetales. A nivel veterinario, las plantas se han convertido en un coadyuvante terapéutico pues como práctica complementaria de la medicina veterinaria tradicional no está integrada en el sistema sanitario principal. Por ende, no van a solucionar un problema cuando este tiene carácter de gravedad pero puede ser la primera fuente de lucha contra ciertas enfermedades que puedan presentar nuestras mascotas.
Te presentamos las plantas medicinales más comunes en la fitoterapia veterinaria y los beneficios de cada una de ellas tanto en perros y gatos:
Curcuma: Esta planta herbácea mejora los problemas estomacales de tu mascota pues sus propiedades digestivas ayudarán al mejoramiento del tránsito intestinal, la vesícula y el hígado. Su consumo frecuente hace que se reduzcan los niveles de glucosa estimulando así la producción de sustancias anticancerígenas en el organismo y las propiedades antiinflamatorias de esta planta de origen indio permitirán que haya un correcto funcionamiento del flujo sanguíneo. Así es que si tu mascota sufre de gases, hígado graso o problemas osteoarticulares pregunta a tu veterinario de confianza por esta maravillosa planta.
Aloe Vera: Un potente estimulador inmunológico tanto para los humanos como para los animales. Los múltiples beneficios de esta planta radica en las dos sustancias que contiene, las Ligninas (polímero natural) y las Saponinas (sustancias vegetales solubles) que hacen de ella una planta apta para problemas de alergias, dermatitis, pérdidas de pelo, heridas y cicatrices o desequilibrios hormonales. Antiinflamatoria, analgésica, digestiva y nutritiva son tan solo algunas de las propiedades que hacen que esta planta sea tan apetecida en la fitoterapia animal.
Cardo Mariano: Su flavonoide estrella es el Silimarina, pues su poder es tal que supera a la Vitamina E en la producción de radicales libres con lo cual es ideal para la prevención del envejecimiento celular. Es una planta comúnmente recetada en casos de hepatitis, ictericia, daño hepático o renal y leptospirosis (una enfermedad zoonótica causada por la bacteria leptospira que afecta principalmente los riñones y el hígado) pues no solo puede prevenir y aliviar sintomatología sino que también puede llegar a reparar las hepatopatías de nuestras mascotas.
Espino Albar: Si tu mascota sufre de problemas de circulación, cardiovasculares o arteriales debes conocer esta planta. Gracias a sus flavonoides, aminas, taninos, esteroides y triterpenos esta planta tiene propiedades vasodilatadoras que hacen que sea la elegida para todos los casos relacionados con el corazón y las arterias, además de contrarrestar problemas de estrés y trastornos nerviosos que puedan llegar a sufrir.
Diente de León: Un artículo de la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT) resalta el uso de esta planta como coadyuvante en afecciones urinarias en diferentes especies de animales. Su alto contenido de hierro, potasio, vitamina K, vitamina C, calcio, betacaroteno y fósforo hacen del diente de león la planta ideal para mejorar el flujo de la bilis, regular el hígado, los riñones y tratar casos de cataratas, eccemas y dermatitis.
Artemisia annua: A diferencia de las demás plantas que ya te presentamos, está ha venido incorporándose en la fitoterapia veterinaria desde hace unos años, en especial en los caninos. ¿Has oído hablar de la Leishmaniasis? Pues es una enfermedad infecciosa causada por un parásito conocido como Leishmania infantum y transmitida por medio de un flebotomo a los perros (su reservorio natural). Una enfermedad con sintomatologías muy diversas tales como problemas dermatológicos, crecimiento de uñas, inflamación articular, epistaxis, problemas oculares, apatía, pérdida de apetito, descomposición intestinal y fallos orgánicos o renales entre otros.
Recientes estudios revelan cómo esta planta asiática y su molécula principal, la artemisinina, ayudan al tratamiento de dicha enfermedad por dos vías: la estimulación del sistema inmunológico intracelular y la capacidad leishmanicida intrínseca en la artemisinina.
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