El 19 de octubre se conmemora la lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad que afecta cada vez más a los humanos y a nuestras mascotas. En el mundo animal, esta patología es muy común en caninos y felinos, donde las hembras tienen mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad (Cáncer de mama canino).
Afortunadamente, en muchos de los casos los tumores son benignos, pero aun así se deben de considerar ciertas recomendaciones para evitar graves consecuencias. En el presente post te contamos qué es el cáncer de mama canino y el papel que juegan los tratamientos alternativos para controlar la enfermedad.
¿Qué es el cáncer de mama y cuáles son sus posibles causas?
El cáncer de mama se trata de la presencia de una masa anormal o neoplasia en las glándulas mamarias, provocada por la reproducción y el crecimiento descontrolado de células malignas o benignas en el organismo. Investigaciones han demostrado que los factores externos e internos del animal pueden llegar a inducir los tumores mamarios caninos (TMC): ya sea por los antecedentes genéticos, la radiación, virus, variación hormonal, la dieta y el estado del sistema inmunológico. Entre los factores más importantes que contribuyen al desarrollo de TMC, se destacan un déficit en el sistema inmunológico y el factor hormonal, siendo este último la principal causa del desarrollo de esta y muchas más patologías.
La concentración de determinadas hormonas en el animal puede determinar el riesgo de desarrollar un tumor de mama. Es por esto que la esterilización de la hembra reduce el riesgo de desarrollar TMC. Investigaciones han demostrado que entre el 60 y 70% de los tumores se encuentra presencia de estrógeno y de progesterona provocando que exista una mayor posibilidad de riesgo después del primer y segundo ciclo estral. Las hembras menores de dos años tienen una baja probabilidad de desarrollar TMC, sin embargo, el riesgo aumenta entre los 6 y 10 años de vida y si son esterilizadas antes del primer celo tienen una menor posibilidad de desarrollar TMC ante aquellas que son esterilizadas después. El riesgo de desarrollar un TMC es del 0.5% para las perras esterilizadas y la probabilidad aumenta al 26% para aquellas que son esterilizadas después de los dos celos (Hermo G, et al.).
Tratamiento para el cáncer de mama
El tratamiento para el cáncer de mama obedecerá al estado del TMC, sus condiciones y a la valoración del veterinario. Una vez diagnosticado el cáncer de mama, uno de los tratamientos más comunes y efectivos en la cirugía, siendo este el método de primera elección para contrarrestar el cáncer.
En casos donde ya se presenta metástasis se puede realizar quimioterapia tras la extirpación del mismo, la cual puede prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, al tratar las células cancerígenas, es muy posible que se afecten también células sanas provocando efectos secundarios por lo que seria necesario cuidados paliativos para contrarrestar la sintomatología.
Artemisinina, complemento natural
El uso de terapias alternativas y naturales para el tratamiento de los TMC no implican una relación directa con la cura de la enfermedad, pero juegan un papel importante al momento de complementar la efectividad de los tratamientos convencionales. Tanto en humanos como en animales cada vez es más común el uso de moléculas provenientes de Plantas Medicinales y Aromáticas (MAPs) para contrarrestar sintomatología y efectos secundarios.
La artemisinina, producida por la planta Artemisia annua y recomendada por la OMS para combatir la malaria en formato ACT (Artemisinin Combination Therapy) ha sido objeto de estudio por su gran capacidad para estimular el sistema inmunológico y para combatir enfermedades como el cáncer. El uso de la artemisinina presenta potentes actividades anticancerígenas, investigaciones han demostrado que esta valiosa molécula aumenta la tasa de inhibición de las células cancerígenas y restringe su migración e invasión en el animal (Dong, J et al.). También, se ha descubierto que la artemisinina y su derivado artesunato tiene efectos citotóxicos en las células cancerígenas, reduciendo el tamaño de los tumores y la metástasis (Im et al., 2018).
Sin duda, la integración de los tratamientos tradicionales y los tratamientos alternativos bajo la supervisión de un veterinario es una gran sinergia farmacodinámica en nuestras mascotas para combatir el cáncer de mama canino y otras enfermedades.