La Leishmaniosis canina (Lcan) es una enfermedad zoonótica endémica de 98 países tropicales, que puede generar cuadros sistémicos graves de distinta consideración en los perros. En Europa, el agente causal de la enfermedad es la Leishmania infantum, transmitida por la picadura de un grupo de mosquitos del género Phlebotomus, el cual es capaz de reprogramar el microambiente celular e interferir en la respuesta inmunitaria del hospedador, produciendo de esta manera una infección persistente. (Artemisia annua).
En España, la Lcan es una enfermedad endémica y con una incidencia que varía de acuerdo a los factores ambientales y climáticos del lugar como la temperatura y la humedad. Un estudio determinó que los lugares donde mayor se prevalece la enfermedad son aquellos que se encuentran en la cuenca mediterránea; Baleares, Galicia, Andalucía, Extremadura, Cataluña y Madrid son aquellas comunidades que presentan más casos positivos para la enfermedad. Una prueba de seropositividad de Leishmania infantum realizada en el estudio determinó que la enfermedad posiblemente está relacionada con el tamaño del animal, con su raza y con su edad, teniendo los jóvenes más riesgo de contraer la enfermedad (Gálvez, R, et al., 2020).
Los signos clínicos de la enfermedad pueden ser muy variables, ya que se pueden presentar desde simples lesiones cutáneas hasta afectar órganos vitales como el hígado y riñón, llegando a causar la muerte en muchas ocasiones. Estudios han demostrado que la progresión de la enfermedad está relacionada con el sistema inmunológico del animal, puesto que la respuesta inmunitaria es un factor determinante en el desarrollo de Lcan y podría estar implicado en la falta de respuesta al tratamiento convencional que se observa en algunos pacientes.(Gálvez, R, et al., 2020).
¿Existe tratamiento para la Leishmaniosis Canina?
La Lcan es una enfermedad con una alta tasa de mortalidad en los perros infectados cuando no reciben los tratamientos adecuados. Actualmente existen en el mercado diferentes fármacos para combatir la enfermedad gracias a su acción leishmanicida o leishmanistática (Antimoniato de Meglumina, la Anfotericina B, la Pentamidina, la Aminosidina, el Miltefosina y la Alopurinol). Sin embargo, muchos de ellos son insatisfactorios debido a los efectos secundarios y el costo. Esto, sumado a la aparición de aislados resistentes a los principales fármacos leishmanicidas, acentúa la necesidad de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. En este sentido, la combinación de agentes inmunomoduladores y leishmanicidas podría potenciar la eficacia del tratamiento farmacológico e incluso, prevenir la aparición de resistencias.
Un estudio reciente, comparó la acción contra la leishmaniosis del Antimoniato de Meglumina o Glucantime® frente a la artemisinina (ART), el artemeter (ATM), el artesunato (ATS) y la dihidroartemisinina (DHA). Estas moléculas, se encuentran naturalmente en la planta Artemisia annua y se determinó que presentan un comportamiento igualmente eficaz para el tratamiento contra la Leishmania como el Antimoniato de Meglumina.
¿Existe un tratamiento natural efectivo para la Leishmaniosis Canina?
La Artemisia annua, y su molécula artemisinina han demostrado ser un potente estimulador del sistema inmunológico al provocar la producción de linfocitos y citoquinas encargadas de regular la respuesta inmunitaria adaptativa de tipo celular TH1, induciendo un estrés oxidativo en los parásitos, induciendo su apoptosis o muerte (Shakir et al., 2011).